Proporcionar experiencias insólitas donde se puedan idear nuevos propósitos que puedan complacer la curiosidad de experimentar de una persona hace que valga la pena caminar por veredas poco frecuentadas; hace que la persona que está disfrutando de ello, conecte con su propia conciencia y la canalice bien mediante gestos e incluso mediante la palabra; hace que se crea un escenario de emociones y muestre el lado más íntimo de uno mismo. Y así es como ha conectado uno de los nuestros con la perspectiva fotográfica de Mak Jürgen, y así es como gracias a esa conexión hemos creado un espacio donde el confort literario y la relajación son uno para así crear nuevas concepciones.