94 días… después… y seguimos igual

by - 17.6.20


La estupidez humana puede llegar a ser muy peligrosa | ALnavío ...

Parecía impensable caminar frente al mar. 3 meses han tenido que pasar para ver esa plena luz que nutre de vitamina su delicada piel. Y no se requieren bares ni estadios. Simplemente un paseo por plena naturaleza donde el único ruido fuese el cantar de los pájaros, el resoplido del viento, el choque de las olas contra la costa. Es difícil pensar en la libertad de uno si quien está cerca continúa entre cuatro paredes. Es difícil escuchar la exigencia de lo que se cree justo cuando hay quien su único derecho es respirar pensando que mañana será otro día. Es difícil ver que la gente se amontona mientras lo vemos desde la ventana. Es difícil entender que si ensuciamos lo que nos rodea es nocivo pero iniciamos una nueva pandemia haciendo de nuestro suelo un estercolero. Es difícil ser empático y ver que si seguimos igual, los primeros en confinar son los niños, las personas mayores y las personas con diversidad funcional. Pero de verdad, ¿Tan difícil es ponernos en el otro lugar? ¿Acaso queremos vivir neuróticamente creando amnesias voluntarias de recuerdos no deseados? Sólo se piensa que seguimos circulando alrededor de nuestro ombligo. Aún seguimos en nuestro globo individualista. Y hasta que varios rebrotes no vuelvan a azotar nuestra energía vital seguiremos pensando que es más importante llenar un estadio a pesar de que no todos han conseguido el derecho a la salud. Seguiremos reclamando espacios cerrados donde poder amontonarnos a pesar de que hay quien sólo pide un espacio al aire libre pero no se le ofrece por “seguridad”. Seguiremos haciendo lo que nos entra en gana aunque para ello la salud del de enfrente salte por los aires.

3 meses han tenido que pasar para que quien quiera respirar aire puro vea que todo sigue igual y que el humano vuelve a su propia estupidez.   


“LA ESTUPIDEZ MÁS ALLÁ DE SER IGNORANTE, ES CREER SABER LO QUE NO SABES”

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